Valores, percepciones y actitudes emprendedoras
Las tasas de actividad emprendedora y su evolución en un territorio dependen de muchas variables que condicionan tanto al emprendedor, como al desarrollo de nuevas empresas. Entre estos condicionantes, desde una perspectiva sociocultural, se encuentran los valores, percepciones y actitudes emprendedoras de la población, que afectan al comportamiento emprendedor y puede facilitar el inicio y desarrollo de nuevas iniciativas. En particular, en 2017 un 30,1% de la población considera que existen oportunidades de negocio a seis meses vista. Este porcentaje supone un ascenso de aproximadamente 6 puntos respecto al año anterior. La disposición de red social emprendedora se muestra estable en los últimos años analizados, aunque disminuye ligeramente en 2017 (31,1% de los encuestados se relacionan con emprendedores en su círculo social). En relación al auto-reconocimiento de habilidades emprendedoras, los datos indican que un 42% de los individuos consideran que cuentan con la destreza necesaria para la puesta en marcha de un proyecto empresarial, cifra que se ha mantenido relativamente estable a lo largo de los cinco últimos años analizados. Respecto al posible papel del miedo al fracaso, como inhibidor a la hora de emprender, un 56,7% de la población no lo considera como un impedimento crítico para iniciar un proyecto empresarial. Otros factores de influencia como la valoración de la creación de empresa como buena opción profesional, o el estatus social que puede proporcionar el desarrollo de empresa propia, se mantienen en torno al 50% con leves variaciones de entre 1 y 2 puntos en relación al año 2016.
Actividad emprendedora y dinámica empresarial
En lo relativo a las tasas de involucración de la población de la Comunidad Valenciana en actividades hasta 3,5 años de funcionamiento, los datos GEM evidencian que un 3,3% de los individuos forman parte de este colectivo en 2017. Esto supone un descenso de 0,5 puntos respecto al año 2016 y sitúa la actividad emprendedora en valores de mínimos registrados.
En lo que respecta a la intención de iniciar una nueva actividad a tres años vista, se registra un descenso de 0,9 puntos respecto al año anterior, lo que sitúa la tasa en el 5,8% de la población en este 2017. Por su parte, cabe destacar que la consolidación de los que emprendieron en años anteriores alcanza al 5,2% de la población, dato que supone 1,3 puntos de incremento respecto a 2016. Respecto a la población emprendedora que ha tenido que cerrar su actividad, ésta se estima en un 0,5%; medio punto por debajo del dato obtenido en 2016, lo que sigue mejorando el registro de los últimos años. La puesta en marcha de iniciativas emprendedoras, inducida por factores de oportunidad, alcanza el 49% de los casos, y continúa siendo la opción mayoritaria.
Perfil socio-económico de los emprendedores incipientes
El perfil medio de las personas que intervienen en el proceso emprendedor en la Comunidad Valenciana en 2017 se mantiene similar al que ha venido registrándose en años anteriores. Según estos datos, el perfil se corresponde con un varón en el 59,1% de los casos y con edad promedio en torno a los 43 años. En relación a la formación, están en disposición de estudios universitarios en
el 47,6% de los casos, y poseen algún tipo de formación específica relacionada con el emprendimiento un 60,6%.
Características de las actividades emprendedoras
Sobre el total de actividad emprendedora incipiente registrada, en 2017 se mantiene la tercerización de las iniciativas de acuerdo al sector de actividad, de manera que siguen siendo mayoría los negocios orientados al consumidor final, con un 48,7%, ascendiendo a un 30,1% los relacionados con servicios a empresas. En cuanto a la distribución del número de propietarios de las iniciativas con menos de 42 meses en el mercado, se advierte que el 63,3% de las mismas suponen emprendimientos en solitario, ampliándose el porcentaje a un 94,2% de las iniciativas cuando se le suma la puesta en marcha realizada entre dos socios.
En relación a las necesidades financieras de las iniciativas, los datos siguen relevando la modestia de las mismas, correspondiendo los dos valores más frecuentes declarados por los emprendedores a requerimientos de 5.000 y 20.000 euros (10,9% y 11,7% de los casos respectivamente), si bien la dispersión de la respuesta es más amplia que en años anteriores.
Condiciones de entorno
Complementariamente a la encuesta a la población, los expertos proporcionan un diagnóstico sobre el estado de las principales condiciones del entorno que afectan al desarrollo del proceso emprendedor. Respecto a los factores analizados, se perciben adecuadas las condiciones relativas al acceso a infraestructura física, comercial y profesional, programas públicos de apoyo, así como en lo relativo a la orientación emprendedora en la educación superior. En el otro extremo destacan, como aspectos peor valorados y más necesitados de mejora, los relativos a la orientación al
emprendimiento de la educación primaria y secundaria, y los que representan soporte y apoyo financiero a las iniciativas emprendedoras y empresariales.