- Elaborado por el Observatorio del Emprendimiento de España, en colaboración con el Observatorio Mapfre de Finanzas Sostenibles
- El martes, 14 de febrero, a las 13:00 horas, en el Salón de Grados de la Escuela
L’Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Agronòmica i del Medi Natural (EAMN), perteneciente a la Universitat Politècnica de València (UPV), acoge la presentación del Informe GEM sobre la actividad emprendedora rural en España, elaborado por el Observatorio del Emprendimiento de España (Red GEM España) en colaboración con el Observatorio Mapfre de Finanzas Sostenibles.
Constanza Rubio, directora de la EAMN; Ana Fernández, presidenta GEM España; y Gregorio Holguín, jefe de Alianzas de MAPFRE España, presentarán este acto que tendrá lugar el martes, 14 de febrero, a las 13:00 horas, en el Salón de Grados de la Escuela.
El Informe GEM sobre la actividad emprendedora rural en España será presentado por Ignacio Mira, director del estudio. Posteriormente, el acto contará con el testimonio de emprendimiento rural de Enrique Silvestre, fundador de Apartamentos La Muela de Chulilla (Valencia).
Clausurarán el acto Ricard Garzó, director general territorial de MAPFRE España en Este, y Purificación García, subdirectora de Emprendimiento de la EAMN.
Actividad emprendedora en el medio rural
El estudio, publicado por el Observatorio del Emprendimiento de España (red GEM), en colaboración con el Observatorio Mapfre de Finanzas Sostenibles, se ha llevado a cabo a partir de encuestas realizadas a una muestra de 10.800 personas del medio rural y del urbano en España, y recoge las percepciones y valoraciones de la población rural, y en particular del colectivo emprendedor en los años 2019, 2020 y 2021, permitiendo de este modo analizar la situación previa a la COVID-19, la sufrida en el primer año de pandemia, y la más reciente.
Así, el informe analiza la situación del emprendimiento rural desde diferentes planos: se comienza planteando la visión del conjunto de la población sobre una serie de variables que influyen en la cultura y desarrollo emprendedor del territorio; se analizan los porcentajes de población inmersa en las diferentes etapas del proceso emprendedor, el perfil medio, las características y las motivaciones; y, finalmente, se caracterizan los sectores de actividad, la financiación en las etapas iniciales y las expectativas de futuro, comparando las características de las actividades frente a las del ámbito urbano. Junto a estos análisis, se aportan conclusiones y recomendaciones que pretenden contribuir a plantear retos prioritarios para impulsar su desarrollo.
Los datos ponen de manifiesto que tres de cada cuatro personas que viven en el medio rural creen que no hay oportunidades para emprender y alrededor del 65 % no ve factible poner en marcha un negocio. Estos datos, aun suponiendo una cierta mejoría respecto al peor momento de la pandemia, reflejan una situación de clara desventaja frente a entornos urbanos, donde las oportunidades y la factibilidad de emprender son vistas de forma más positiva.
A partir de esta perspectiva sobre capacidades, miedos, oportunidades y dificultades, no sorprende que la intención de emprender y las iniciativas nuevas, con menos de 3,5 años en el mercado, sean menores en el ámbito rural que en el urbano.
La edad promedio de las personas que tienen intención de emprender en los próximos meses (38 años) y de las que están gestionando su propia actividad (nueva 43 años y consolidada 50 años), lo que denota una dificultad añadida en edades más jóvenes.
Alrededor del 11 % de las mujeres del ámbito rural, o bien tienen la intención de emprender en los próximos meses, o bien están promoviendo alguna iniciativa emprendedora nueva.
Según el estudio, el motivo fundamental que lleva a una persona emprendedora a poner en marcha un negocio propio en el ámbito rural, es claramente generar su propia alternativa laboral para no tener que abandonar su entorno vital (80% de los casos), y se trata de actividades muy apegadas al territorio, de hecho, el 40% afirman que su actividad viene motivada por la preocupación por dar solución a problemas de su entorno.
También el estudio evalúa las necesidades y expectativas de este colectivo emprendedor y detecta que los negocios rurales acuden algo más a sus ahorros que los urbanos y menos a los bancos y otras instituciones financieras. Además, aun siendo un porcentaje reducido, el recurso a ayudas y subvenciones es también clave para su desarrollo.