El objetivo de este trabajo es analizar el efecto moderador que el nivel de desarrollo de los países ejerce sobre los factores que definen el comportamiento de los emprendedores sociales, distinguiendo el efecto producido en las economías impulsadas por la innovación de las economías menos desarrolladas.
El trabajo se realiza a través de un análisis empírico internacional con una muestra de 59 países diferentes, incluyendo información de 143412 individuos (9742 emprendedores sociales, 15960 emprendedores comerciales y 117660 no emprendedores).
Los resultados muestran cómo el desarrollo del país desempeña un papel moderador decisivo, modificando el efecto de los valores y las habilidades para ser un emprendedor social, la influencia del género e incluso la relevancia de la percepción que los emprendedores tienen de su entorno.
Es decir, el comportamiento de los emprendedores sociales presenta diferencias significativas con respecto a los emprendedores comerciales y el nivel de desarrollo del país juega un papel importante en la explicación de estas diferencias.
Los resultados muestran que en las economías más desarrolladas (1) hay una menor probabilidad de ser un emprendedor social entre quienes conocen a otros emprendedores,
(2) un mayor valor en el apoyo cultural al emprendimiento significa una mayor propensión hacia el emprendimiento social, (3) su propensión también es mayor cuando los emprendedores perciben un sector empresarial social desarrollado y finalmente (4) las mujeres muestran una mayor propensión hacia el emprendimiento social. Este efecto moderador tiene implicaciones muy importantes, especialmente para los reguladores.
Nuestros resultados muestran que, en el caso de las economías impulsadas por la innovación, los efectos parecen amplificarse, tanto positiva como negativamente.
Esto significa que el diseño y la implementación de políticas para apoyar el emprendimiento social deben considerar el efecto diferencial según el país donde se apliquen. De hecho, estos resultados pueden arrojar luz sobre la dificultad de aplicar programas exitosos en otros países, donde no siempre logran el éxito esperado. Nuestra propuesta muestra que estas diferencias pueden deberse no solo a la efectividad de las políticas, sino a la forma en que estas políticas afectan a los individuos y al entorno en el que son aplicadas.
