Valores, percepciones y actitudes emprendedoras
El emprendimiento y el proceso de puesta en marcha de iniciativas empresariales están condicionados por numerosas variables, entre las que se encuentran los valores, percepciones y actitudes emprendedoras de la población, que condicionan el comportamiento del individuo desde una perspectiva sociocultural. Los datos GEM recogen que el 24,2% de la población aprecia que existen oportunidades de negocio a seis meses vista. Este porcentaje supera en 6,8 puntos el obtenido en 2013, y confirma que existe un cierto repunte sobre esta percepción desde 2012; año en el que se obtuvo el porcentaje más bajo registrado desde 2004. La disposición de red social emprendedora, que se mostraba relativamente estable en los tres años anteriores, en 2014 crece 6,6 puntos, y eleva al 37% el porcentaje de población que cuenta con emprendedores en su círculo social. En relación al autoreconocimiento de habilidades emprendedoras, los datos indican que, como sucedía en 2013, aproximadamente un 47% de los individuos sienten que cuentan con la destreza necesaria para la puesta en marcha de un proyecto empresarial, cifra que se ha mantenido relativamente estable a lo largo de los años analizados. Respecto al posible papel del miedo al fracaso, como inhibidor del proceso emprendedor, un 53,2% de la población no lo considera un impedimento crítico para iniciar un proyecto empresarial. Otras variables socioculturales, como la valoración de la creación de empresa como buena opción profesional, o el estatus social que puede proporcionar el desarrollo de empresa propia, se siguen manteniendo alrededor del 50% aunque con una ligera disminución con respecto a 2013.
Actividad emprendedora y dinámica empresarial
En 2014, el 4% de la población adulta de la Comunidad Valenciana estaba involucrada en actividades emprendedoras con menos de 42 meses de funcionamiento, 1,5 puntos menos de lo que se detectó en 2013, lo que lleva a situar esta tasa como la segunda más baja después del dato de 2010. Además, otro 5,4% de la población se puede clasificar como emprendedor potencial (4,4 puntos menos que 2013), y el colectivo de empresarios consolidados se sitúa en el 5,1% (2,5 inferior a 2013). El porcentaje de población que ha tenido que cerrar su actividad se estima en 1,4%. Los comportamientos emprendedores inducidos fundamentalmente por la explotación de una oportunidad de negocio (66,8% de los casos) continúan siendo mayoría, mientras que cerca de un 31,1% de emprendedores reconocen la necesidad como motivo principal de su implicación en la puesta en marcha de una iniciativa empresarial. Estos datos suponen un ligero incremento de la actividad emprendedora por oportunidad respecto a 2013.
Perfil socio-económico de los emprendedores incipientes
Atendiendo a las características del perfil medio de las personas involucradas en actividades con menos de 42 meses en el mercado (TEA), los datos de 2014 muestran unas características muy similares a las de 2012 y 2013: varón en un 58,3% de los casos, edad promedio 41 años, estudios universitarios en el 39,6% de los casos y enseñanza obligatoria en el 37,5%. Aproximadamente dos tercios de los implicados en las primeras tareas de puesta en marcha del negocio (66,7%) disponen de algún tipo de formación específica para emprender, y entre los que tienen la intención de emprender a corto plazo, el 36,5% también poseen ya de alguna formación concreta.
Características de las actividades emprendedoras
Tal y como sucedía en ediciones anteriores, sobre el total de actividad emprendedora incipiente registrada, el 73,1% de las iniciativas se orienta al sector servicios (54,8% al consumo y 18,3 a servicios a empresas), y la distribución de iniciativas emprendedoras por sectores de actividad sigue siendo prácticamente la misma. En cuanto al número de propietarios de las iniciativas con menos de 42 meses en el mercado, se observa que en la mitad de los casos (49,8%), los emprendedores deciden abordarla de forma individual, y aproximadamente el 20% afirman que la desarrollan entre tres o más socios. Las necesidades de financiación de las actividades nacientes (menos de 3 meses en el mercado) son muy moderadas, con valores frecuentes de unos 6.000 euros aunque también se declaran algunos casos con necesidades de financiación elevadas. La mayoría tiene proyectado hacer uso de ahorros personales (50%), de la familia (20%) o de amistades y conocidos (7%), reduciéndose el recurso a bancos e instituciones de crédito a un 23% de los casos.
Condiciones de entorno
Adicionalmente a la información obtenida por la encuesta de población adulta, un panel de expertos valora la situación general del entorno en el que se desarrolla la actividad emprendedora. En relación a los diferentes factores analizados, los expertos perciben adecuadas las condiciones de acceso a la infraestructura comercial y profesional, a la infraestructura física y a los programas públicos de apoyo así como en lo relativo a la orientación emprendedora en la educación superior. Los aspectos con valoración más baja son los relativos a la financiación para nuevas iniciativas empresariales y los referidos a la orientación al emprendimiento de la educación primaria y secundaria en la Comunidad Valenciana
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