El pasado martes se ha celebrado en la Universidad Autónoma de Madrid este evento centrado en la relación entre la iniciativa emprendedora, el territorio, y la población que lo habita, adoptando perspectivas de género, nivel educativo, condiciones del entorno, etc, que pueden condicionar la puesta en marcha y la consolidación de un proyecto empresarial. Para abordarlo se partió de los análisis del equipo GEM Comunidad de Madrid sobre la actividad emprendedora en la región, y se contó con las aportaciones de un panel de expertos en diferentes ámbitos del emprendimiento.
El acto fue moderado por Mª José Bosch, periodista y productora de www.mundoemprende.com, y contó con la participación de María Benjumea, fundadora y directora de Spain Start-up y South Summit; Blanca Narváez, directora de Junior Achievement España; Guillermo Fernández Riba, confundador de www.zankyou.com; Paloma Bel, directora de Compluemprende; e Isidro de Pablo López, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid y director del estudio.
La investigación aborda un análisis comparativo de las diferentes zonas de la región madrileña utilizando la metodología GEM para medir el fenómeno emprendedor, pues su dinámica puede ser determinante en la transformación del tejido productivo y de desarrollo del territorio.
Como primer hallazgo cabe desatacar la ventaja de la Comunidad de Madrid en una serie de condiciones favorables del entorno que facilitan la iniciativa emprendedora. Entre ellas destacan las infraestructuras físicas y de servicios, así como los programas gubernamentales y una mejora en el acceso a la financiación. Por el contrario, conviene reforzar las actuaciones en el sistema educativo a nivel escolar y la dinámica del mercado interno.
En general, la intención emprendedora de los madrileños es superior a la media nacional, pero se observan asimetrías significativas entre las zonas de la región, siendo más proclives a emprender la capital y la zona oeste. Sin embargo, se observa la paradoja de que la zona sur tiene una intención emprendedora muy destacable, que luego no se corresponde con una actividad emprendedora real.
También es de interés la perspectiva de género. España está en la línea de los resultados de GEM a nivel internacional: la iniciativa emprendedora masculina está por encima de la femenina, y se observa una convergencia entre ambos géneros. Sin embargo, a nivel de las diferentes zonas de la región madrileña, se observa que el emprendimiento masculino está significativamente por encima del femenino en la zona norte, mientras que el femenino supera ligeramente al masculino en la zona sur. Esto se debe a un mayor incidencia del emprendimiento por necesidad frente al de oportunidad, y se relaciona con las condiciones socioeconómicas de la población.
También pudo apreciarse que las personas con mayor nivel formativo son mas propensas a emprender. Es decir, la mayoría de los emprendedores son personas con estudios universitarios y de posgrado. Los que tienen educación primaria y secundaria, aunque tengan motivación para emprender, en un buen número de casos acaban no haciéndolo.
Otro tema de mucho interés es la intensidad innovadora del fenómeno emprendedor, y sobre ello se mantuvo un intenso debate, en particular en lo relacionado con la transferencia del conocimiento de las universidades y centros de investigación al tejido productivo, punto en que hay consenso sobre la necesidad de una apreciable mejora, en particular, considerando la posición ventajosa de la región, y la dinámica de cambios tecnológicos y sociales que se está produciendo a nivel internacional. En la región hay capacidad innovadora, y se está configurando un ecosistema emprendedor muy dinámico, pero todavía carece de la masa crítica necesaria para ser un elemento tractor de la economía regional. No obstante, aunque la iniciativa emprendedora madrileña, general, no es muy innovadora, sí que se detectan repuntes en las zonas este, oeste y en la capital.
No podía faltar el análisis de la financiación para proyectos emprendedores. Según el estudio, el emprendedor madrileño sigue dependiendo de los recursos de su entorno personal más próximo, siendo necesario incentivar la aportación de inversión privada profesional para facilitar la consolidación de las nuevas y su crecimiento a largo plazo.
